sábado, 14 de agosto de 2021

El otro día...

El otro día conversando con mi hermano, él no dudó en preguntarme por mi ex. Eso me dolió muchísimo y no fue porque él me preguntara por mi ex. Lo que me dolió fue su poco tacto, su falta de sentimiento al decirme que este ya estaba con otra (cosa que ya sabía desde hace tres años atrás). Me dolió que siendo mi hermano no le importara en lo más mínimo hacerme daño (o al menos intentarlo). Probablemente si me hubiera dicho eso hace tres años yo hubiera terminado llorando (que supongo que era su intención o al menos intentar provocarme alguna reacción).

Es triste ver como las personas que están a tu alrededor no tienen en cuenta tus sentimientos y lo más curioso de eso es que, al principio te duele, pero con el tiempo (al ser un adulto) te das cuenta de lo dura o duro que te hizo aquello, del gran favor que te hicieron al ser de esa forma contigo. Esto te permitió seguir adelante a pesar de todas las adversidades que te puedas cruzar en el camino (en especial, si tus obstáculos son personas con poco tacto o con malas intenciones), 

La lección que saco de esto es la siguiente: Analiza aquellas situaciones que te hacen sentir incómoda, triste o furiosa. Identifica porque te hacen sentir de esa forma, si quizás es por el contenido del mensaje, es decir, la noticia de mi ex con su nueva pareja, o si es por la forma en la que te lo comunicaron, en mi caso sería la poca sensibilidad de mi hermano o, por último, el mensajero o medio, es decir que me hubiera dolido que me lo dijera mi hermano (o que me hubiera enterado por Facebook o Instagram (medio)). Luego, intenta sacar una lección de estas situaciones y aplícalas en el futuro. 

Resumiendo, quédate con lo bueno y saca, de lo malo, una lección que puedas aplicar en el futuro.

lunes, 11 de noviembre de 2019

Introducción

En reconstrucción

Hoy escuchando una canción muy conocido, en inglés, de los años 90, me puse a pensar, ¿Por qué si lo dí todo sin medida me pagaron tan mal? ¿Porque prefirió alejarse de mí? ¿Por qué siempre a cambio del cariño y atención que le profesaba a esa persona, me respondía con indiferencia y maltrato? 
Ahora no creo haber merecido nada de eso, pero hubo un tiempo, en donde lo creí a ojos cerrados y me martirizaba por ello, me flagelaba y me sumió en una profunda oscuridad. 

En esa oscuridad, yo pensaba que era la culpable de todo aquello malo que pasaba en su vida, cualquier cosa que no le gustara. Me hacía sentir que no merecía nada, mucho menos ser amada y esa persona, el Sr. "X", era la única capaz de amar a un ser tan horrible, detestable, inservible, asqueroso y malo como yo. Así me sentía y así vivía mi día a día a su lado. No importaba lo mucho que me hablaran mis padres, mis amigos, mi familia, la gente que se preocupaba por mí, yo sólo lo escuchaba a él, sólo él existía, sólo él importaba, nada más. Y, aun así, él me hacía pensar que yo le prestaba mayor atención a todo el mundo menos a él, y no saben cómo duele eso. Nada le bastaba, nada era suficiente... si yo le ofrecía mi corazón, él sin dudarlo lo arrancaba y lo destrozaba delante de mí en cuanto tenía ocasión, si yo le ofrecía mis sueños, él los tomaba con mucho amor para luego decirme que no valían nada y que los suyos eran mejor. Y yo le creía.

Lo sé eran pensamientos y actitudes muy oscuros, tristes y tóxicos, pero fui yo la que le permití que me destruyera hasta ese punto, que hiciera conmigo lo que quería. Le di demasiado poder sobre mí, mi vida, mis pensamientos, mis decisiones, le di acceso a mi familia y esa es la parte que más duele ahora. Es algo que siento que no podré perdonarme jamás, pero sé que si no me perdono él seguirá teniendo poder sobre mí y eso es algo que no le permitiré más. 

Supongo que por ello es que he escrito esto, de alguna manera al hacerlo, me libero de un peso muy grande, y lo dejo ir por fin. Sé que no será así de fácil, pero nada que valga la pena lo es. Un buen ejemplo de ello es que mi relación con el Sr. "X" empezó siendo tan fácil que realmente pensé que era mi premio, después de una época de bullying en el colegio merecía algo fácil y dulce para mí, como si la vida me debiera algo, pero no fue así, era todo lo contrario. Le debo a la vida muchas cosas, muchos agradecimientos porque todo esto me enseño cosas que de otra forma jamás habría entendido y me hizo más fuerte.

Espero que esto ayude en algún momento a alguien que se encuentre en esa situación. Y quiero que sepa que todo pasa, que nada es para siempre, ese dolor tan grande que sientes en el pecho, esa sensación de que no puedes respirar, que te ahogas y ese vació, todo eso pasará, créeme pasará y cuando mires para atrás te darás cuenta de que todo tuvo un motivo de ser y te reirás de ello. Te sentirás más fuerte y vivo que nunca.

No te voy a mentir, ese proceso, tomará su tiempo y será doloroso, pero valdrá la pena, el esfuerzo y el dolor que vayas a pasar. Durante ese tiempo de re-estructuración, habrán momentos de muchas angustia, ansiedad y llanto, sentirás que quieres rendirte pero no debes hacerlo, debes seguir adelante. Sécate esas lágrimas, sigue adelante y recuerda que NADIE MERECE TUS LÁGRIMAS, pero si necesitas llorar por ti, hazlo no importa que hayan pasado dos años o doce, si aún te duele llora, las lágrimas ayudan a calmar el alma y a disminuir el dolor, te hacen sentir más liviano. 

Ya verás que, dedicando tu tiempo a otras cosas como a tus amigos, familia, trabajo, ocio, a ti mismo todo pasará, y antes que te des cuenta estarás muy lejos de tu punto de partida. Y la pregunta ya no será ¿Qué hice mal? está vez será ¿Por qué no me di cuenta antes de cuanto valgo, de lo muy amado/a que soy? ¿Por qué necesitaba de un p%"#%jo/a como él o ella para ser feliz?

Pero para que todo eso pase no hagas ninguna tontería y/o estupidez, por nada del mundo te hagas daño. Si lo haces no solo dañarás tu cuerpo, alma y posible futuro, dañarás a las personas que más te quieren, a las que más les importas, y esas personas no se lo merecen. Merecen más de ti, merecen que algún día puedas darles las gracias por haberte avisado de cómo eran las cosas. Mereces que te vean ser grande y progresar. Y esa es la mejor venganza que puedas planear para todos aquellos que te hicieron daño, que te dijeron que no valías, que no podías...

Recuerda si te siente solo, piensa que hay miles de personas pasando por lo mismo que tú. NO ESTÁS SOLO. Nunca lo vas a estar. 
Si necesitas hablar siempre habrá una persona presta a escucharte, solo ten cuidado de a quien le cuentas tus secretos, tus miedos, tus debilidades. No sea que parezca un ángel y termine siendo un demonio.
Cuenta conmigo.
Tu sincera y leal amiga.